Es martes, ya es el día después de mañana en Argentina. El lunes fue para asentar la realidad y leer análisis políticos apresurados. Las voces fueron escuchadas y la mayoría de la población habló (poco) con su entorno sobre las elecciones y el novedoso sistema de votación que fue rápido y, aparentemente, preciso. También se “acomodaron” las bolsas de valores de las empresas que dominan la opinión pública y, en consecuencia, nuestros pensamientos colectivos. En resumen, el país cambió el aceite y los filtros antes de otro viaje largo:. Como bien dijo la reina Maru: “Sin rumbo pero hay que seguir”.
Este lunes Carlos Pagni reveló que la empresa que hace el recuento de los votos (Indra) usó información calificada para avisarle al ministro del Interior Guillermo Francos antes de tiempo, con un sistema de preselección de urnas “random”, que los libertarios estaban ganando la provincia de Buenos Aires. La empresa notificó a Francos, quien a su vez le pasó el importantísimo dato a Javier Milei. ¿Pasó algo así antes? Probablemente, pero no se difundió como un dato periodístico en el prime time televisivo.
Por otro lado el analista y consultor político Mario Riorda dijo con el diario del lunes y una mochila llena de experiencia en estos terrenos, que el Gobierno de los Milei impuso sobre el electorado su idea de miedo. El miedo a que todo derrape, el miedo a volver a un momento previo del que una gran parte de la población quiso escapar. Y muchos otros miedos que podemos imaginar. La gente, en definitiva, está hasta el cuello de deudas y problemas, y prefirió darle una oportunidad más a este Gobierno antes de arriesgarse para ver cómo zafa de otro estallido político, social y económico.
Las encuestas y los públicos fragmentados
Hablando de encuestas fallidas, surgió un interrogante justo antes de estos comicios: ¿Y si las encuestas en realidad aciertan, pero el problema es que no están mirando todo el mapa? Los sondeos previos, cada vez más distantes de los resultados finales de una elección, nos hacen pensar en qué nos pasa como ciudadanos.
Días atrás se difundió un documento que podría sumarse hoy al corpus de opiniones en ese sentido, pero no desde una mirada argentina sino más bien global. Katie Harbath es la fundadora y directora ejecutiva de la firma de políticas tecnológicas Anchor Change. Anteriormente trabajó para el Comité Nacional Republicano de los Estados Unidos y luego para Facebook, en donde ocupó hasta el 2021 un puesto ejecutivo como directora de “políticas públicas para elecciones globales” con la intención de conectar a los gobiernos con sus audiencias. Con su “público”, que en definitiva somos nosotros como ciudadanos.
El artículo que rescato afirma que “seguimos hablando de internet como si fuera un solo lugar, o como si estuviera dividido únicamente por nuestras diferencias ideológicas. No es así. Es una constelación de microecosistemas moldeados por la generación, el dispositivo y lo que intentamos hacer en ese momento”.
Imagínese esto: cinco personas en el living de una casa: un baby boomer ve las noticias de la noche en la tele. Un miembro de la generación X revisa los destacados de YouTube en un iPad. Un millennial consulta un boletín informativo mientras ve Netflix a medias. Un miembro de la generación Z alterna entre TikTok y Discord. Un preadolescente de la generación Alfa remezcla un video en una tableta con auriculares. En definitiva el mismo Wi-Fi, pero con cinco mundos diferentes.
“Esto es lo que importa: No solo usan plataformas diferentes, sino que viven en ecosistemas digitales completamente distintos. Y aquí está lo que la gente pasa por alto: Facebook y YouTube siguen dominando el tiempo que la gente pasa en línea en todas las generaciones. Son el tejido conectivo que impulsa silenciosamente las experiencias compartidas. Así que, antes de descartar las plataformas “viejas” por la próxima novedad, recuerden dónde pasa realmente el tiempo la gente”, afirma Harbath.
“Buscarlo en Google incluso está desapareciendo rápidamente. Las búsquedas ahora se realizan en TikTok, Reddit, Instagram o a través de ChatGPT. Según el Instituto Reuters , el 59% de los jóvenes de entre 18 y 24 años utilizó una herramienta de IA generativa la semana pasada, en comparación con solo el 20% de los mayores de 55 años. El uso semanal de IA para obtener información se ha más que duplicado, superando a la creación de medios como principal caso de uso”, detalla la investigadora.
Si bien el texto está dirigido a cómo los periodistas generan su contenido para que llegue a cada vez más públicos en un mundo así de fragmentado, también apunta a las decenas de consultoras que ya no saben ni cómo ni cuándo ni dónde conseguir información fiable antes de los comicios sin caer en el cada vez más habitual papelón posterior.
La reforma laboral
Por último, y más importante en mi opinión: ya circula información sobre la reforma laboral que plantea el gobierno de los Milei.
La iniciativa que cuenta con el aval de la Casa Rosada es la que presentó al cierre de 2024 la diputada libertaria Romina Diez, cercana a Karina Milei y una de las armadoras de La Libertad Avanza en Santa Fe. La propuesta de Diez, que cuenta con el respaldo del bloque libertario, apunta, sobre todo, a dar incentivos fiscales a pequeñas y medianas empresas para contratar empleados. Una suerte de RIGI para inversores más modestos.
En lo estrictamente laboral el nuevo proyecto proyecta fragmentar el período de vacaciones, la instrumentación de sistemas de banco de horas y otros esquemas flexibles a través de convenios colectivos, y la definición de derechos y plazos en casos de enfermedad o accidente.
Entre alguno de sus puntos más polémicos, figuran la ampliación de 8 a 12 horas de la jornada laboral; la posibilidad de pagar una parte del salario en “ticket canasta o restaurant” (esto ya fue objetado en fallos de la Corte y quedaría al margen), y el planteo concreto para que los empresarios paguen en hasta 12 cuotas indemnizaciones o multas provenientes de litigios en la Justicia.
El Gobierno, además, a través del secretario de Trabajo, Julio Cordero, quiere avanzar sobre los convenios colectivos para revisar la obligatoriedad de los aportes y el concepto de “ultraactividad”. La ultraactividad implica que todos los CCT tienen un tiempo de duración y si no hay nuevos convenios, se mantiene el actual.
Bienvenidos al día después de mañana. Ya saben: “Sin rumbo…”